miércoles, 7 de marzo de 2012

El deslumbramiento y su discursividad rítmica

Continuando con el post anterior. Estos sucesos a los que llamé "instantes", al darse en una cadena temporal de unidades equivalentes, la perturban haciendo caer la continuidad y aniquilando una historia. Pero que es lo que sucede internamente?
No sucede nada pues el verbo suceder presupone un tiempo de unidades equivalentes. No tendría sentido aplicarlo aquí. La palabra que si podemos utilizar es "acontecer". Un acontecimiento solamente requiere de un inicio de momento, nada presupone acerca de su de calidad o propiedades internas. Ahora si podemos decir: En este instante acontece la vida.
Exploremos más a fondo este instante y su incrustación en el tiempo. Digamos que esto sucede a modo de brote.
Cuando las semillas brotan, vemos que de su volumen emerge un nuevo volumen que sigue su crecimiento germinando en una planta completa. Coloquemos nuestra atención en el hecho de emerger. Esto requiere que un volumen crezca dentro de otro volumen. Así, el instante debe brotar en la cadena temporal. Un brote en la cadena de tiempo, es un tiempo vivo a diferencia de sus unidades compañeras. Si queremos ponerlo de otro modo podemos decir que el tiempo regular es un tiempo acostumbrado, domesticado a nuestra existencia, a nuestra extensión y brevedad. El tiempo vivo es nuevo y bruto. Es asombro.

Ahora, regresando al tema de nuestra vivencia del tiempo al que hemos denominado regular y su diferencia con estos instantes, pongámosle atención a la constitución interna temporal de ambos fenómenos. Llamémosle discursividad simple a aquella del tiempo regular y su forma estandar, 1 tras 1 tras 1 tras 1 y llamémosle discursividad rítmica a la de los instantes.

discursividad rítmica

Brote de vida de otro plano al nuestro. Emerger, desde el infinito infinitesimal de la escala de la duración, haciéndose eterno al esfumarse y haciéndose cada vez mas breve sin terminar de serlo nunca.
Una vez quise sacar de mi imaginación una figura que me había hecho de un "duende".
Este poseía finas y largas extremidades. Sus manos acababan en punta al igual que sus pies, pero mi vista no me permitía ver la arista de aquella punta. Sus extremidades se hacian más pequeñas cada vez hasta volverse invisibles, pero eso no implicaba que hubiesen concluido.
Algo así pienso del brote.
Ahora por qué he empleado el término discursividad rítmica?

Como vimos anteriormente, el tiempo regular esta constituido de unidades equivalentes, en cambio, el otro tipo de tiempo (el de los instantes) que nuestra consciencia improvisadamente genera ante la situación a la que nos enfrentamos, esta constituido de elementos no equivalentes, dando lugar a una suerte de ritmo. Dijimos en otro post, que se trata de un momento quebrado, el quiebre consiste en el aparente desorden al que nuestra consciencia se enfrenta en el acontecimiento, viéndose obligada a generar un ritmo para poder coger este desfase y almacenarlo más tarde en la memoria.

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